El Norte peruano recibió la primera ola del virus con una ferocidad inesperada. Esta semana organizamos una visita, con todas las medidas de seguridad correspondientes, a la costa Norte del país, iniciando en Zarumilla y siguiendo con Tumbes, Máncora, Talara, Sullana, Colán, Paita y Piura. Han sido dos días emocionantes para saludar a nuestro equipo de Ventas y Logística que allí opera, y juntos visitar clientes de todo tipo de canales y tamaño para entender cómo podemos trabajar en esta nueva etapa de reactivación social y económica.
Hace casi 9 meses definimos tres pilares como eje de nuestra acción, y ha sido muy interesante ver cómo estos siguen vigentes y evolucionando en testimonios vivos, que vienen de nuestro equipo y de nuestros clientes:
1. Nuestra primera prioridad es nuestra gente:
No hemos vencido el virus y los cuidados siguen siendo vitales, pero en esta zona del país se podría afirmar que sí se venció el miedo y la desconfianza, y se activó el modo resiliencia conjunta, que llevará a una recuperación más rápida que en otros sitios.
Desde el inicio dimos a los líderes locales el rol de protectores de sus equipos. Y si bien sufrimos días muy duros, en esta zona del país se creó una unión entre líderes y empleados, proveedores y clientes, que permitió ayudarse entre sí todos los días, más allá de lo normal.
Hoy, en el norte, se respira unión, agradecimiento, hermandad y un sentido social único que da mucha esperanza para construir el futuro. Nuestro Director Regional, Gabriel Requejo, empoderó a su equipo de líderes como solo lo puede hacer quien se rodea de los mejores y sabe que tomarán decisiones con sentido de dueños del negocio, haciendo lo mejor para la gente y para la sociedad.
El trabajo de nuestro equipo en el Norte es sobresaliente. La energía y compromiso que se respira es un ejemplo para cualquiera, y de hecho, es una recarga de energía y de fe para los que tuvimos el placer de compartir estos días con ellos.
2. Ser parte de la solución:
Hemos pasado por diferentes etapas de contribución al país: donación de agua y materiales de limpieza, donamos un hospital para la PNP, ayudamos en el transporte de implementos médicos, mascarillas y realizamos un sinfín de acciones para contribuir en lo que más necesitaba el país.
En el Norte, claramente ha habido un foco en proteger a nuestros clientes con acciones y es que el 60% de las bodegas en el norte están en manos de mujeres, la mayoría cabezas de familia, que si no venden no comen, así de simple (y dura) es la ecuación. Entre 30% a 40% de sus ingresos vienen de la venta de cerveza, la cual estuvo restringida en esta zona del país por casi tres meses, incluso hoy hay mayores restricciones en algunos sitios que dificultan aún más la tarea, pero la resiliencia de los clientes para buscar su sustento y atender a sus consumidores es infinita, miren estos ejemplos de la zona:
- Más de 3,000 negocios como bares y restaurantes se convirtieron en minimarkets, bodegas y similares, vendiendo víveres y productos al hogar.
- 2,000 restaurantes habilitaron delivery y protocolos de bioseguridad, recuperando más del 60% de lo que era su facturación regular.
- Han abierto más de 4,000 nuevos negocios de toda índole, especialmente de personas que perdieron su empleo y encuentran en estos emprendimientos el sustento.
Me quedé admirado de la resiliencia de los bodegueros de Piura. Hablé con una señora que, tras las restricciones que surgieron, se fue al sur esperando poder trabajar. Al tiempo tuvo que regresar con su esposo caminando, una travesía de más de un mes por la carretera Panamericana. Regresó en julio y abrió su bodega con nuestro apoyo. Todas las semanas vende más que la anterior y tiene el sueño de abrir un restaurante en el local donde vive.
Me contó toda su historia, dura, difícil, a mí se me aguaban los ojos, mientras ella sonreía tras su mascarilla y apoyada en una reja que agarraba con la misma fuerza que tiene su corazón. Sin duda va a salir adelante y le dará a su hijo un mejor futuro, lo cual es su meta más grande. Nos comprometimos a apoyar y seguir adelante, juntos.
Y en este sentido, dentro de las decenas de conversaciones con clientes que tuvimos, me sorprendió mucho ver la unión de los clientes de Máncora, una zona con muchas oportunidades para volver a ser el espacio seguro de turismo que vimos en el verano 2020. Junto con la alcaldía, decidieron ser un destino bioseguro, estableciendo una certificación y trabajando juntos, y con la ayuda de Backus, para tener todo funcionando. En el camino vieron oportunidades de delivery, de adecuar señales en la playa, lavaderos de manos y prestar un mejor servicio a un turista diferente.
Después de visitar buena parte de los hoteles, restaurantes y bodegas de Máncora, compruebo que han logrado tener un mejor servicio. Realmente hay protocolos que dan confianza y que, junto con la magia natural de este paraíso, lo colocan como uno de los mejores destinos turísticos del Perú y del mundo. Jimmy, nuestro vendedor de Máncora (presente en la imagen de la izquierda), y el equipo local van a seguir apoyando este avance en reactivar el turismo seguro.
3. Desarrollar nuestras categorías de negocio, especialmente la cerveza.
La resiliencia de nuestro equipo y nuestros clientes está acompañada de una de las categorías más fuertes: la cerveza. Al llegar al Perú, descubrí el gran potencial que teníamos en promover un consumo más responsable, más moderado en ocasiones más diversas, como acompañando comidas o relajándose en casa entre semana.
A raíz de la situación, este cambio se aceleró y el consumo de cerveza en comidas se duplicó, la penetración de cerveza en el hogar se multiplicó y los diferentes canales al hogar encuentran en cervezas su producto de mayor rotación, obviamente, después del pollo a la brasa que es inigualable en el Perú -Combina muy bien el pollo y la Cusqueña Dorada, ¡pruébenlo y sabrán de un buen maridaje!-.
Recuperar nuestro negocio no será una tarea fácil, pero nuestro equipo comercial está obsesionado con atender mejor las expectativas del consumidor y ser el mejor socio de negocios de los clientes.
En este camino hemos descubierto grandes oportunidades, nuevas formas de llegar a diferentes ocasiones. El reto profesional de liderar esta transformación de Backus es realmente emocionante, pues no solo estamos cambiando en el corto plazo, estamos sembrando el futuro de una organización de 141 años en el Perú.
Como podrán percibir, fue una visita más que productiva, inspiradora. Hablar con la gente en el mercado, permite conectar los puntos realmente y tener el lado humano de la historia, el insight real como nos enseña continuamente y con gran acierto Cristina Quiñones. Vuelvo recargado de energías y compromisos con el norte del Perú, con su gente y con sus sueños; estoy seguro de que vendrán grandes retos, pero también grandes satisfacciones para esta gran región. Nuestro equipo, nuestra gente, siempre estará ahí para ayudar a unir la gente por un Perú mejor.